Ser madre es un viaje transformador, pero en una sociedad que nos desconecta de nuestras emociones y nos sobrecarga de expectativas irreales, puede volverse abrumador. Estamos rodeadas de mensajes que dictan cómo “deberíamos” criar, mientras lidiamos con la presión de hacer más, ser más y demostrar constantemente que somos "suficientes". Esta desconexión nos pesa, nos aísla, y convierte la maternidad en un desafío mucho más grande de lo que debería ser.

Nos enseñaron que ser madre significa sacrificio total, trabajo incansable y siempre estar a la altura de las expectativas, como si todo dependiera de la fuerza de voluntad. Y claro, te esfuerzas, luchas y das lo mejor de ti. Pero, ¿qué pasa cuando no encajas en ese molde? ¿Qué pasa cuando, a pesar de todo tu esfuerzo, sientes que no es suficiente?

Lo que nadie nos cuenta es que la maternidad no se trata de hacerlo perfecto ni de cumplir con estándares imposibles. Es una invitación profunda a mirar dentro de nosotras mismas y descubrir desde dónde estamos criando. Porque, aunque amamos profundamente a nuestros hijos e hijas, a veces criamos desde el cansancio, las expectativas sociales o las heridas emocionales que ni siquiera sabíamos que cargábamos.

Tal vez te has dicho:

• “Quiero ser más paciente, pero me frustro fácilmente.”

• “Amo a mi hijo/a, pero siento que he perdido una parte de mí.”

• “Hago todo lo que puedo, ¿por qué no siento que es suficiente?”

Esto no significa que estés fallando. Es el resultado de vivir en piloto automático, tomando decisiones y reaccionando desde creencias y emociones inconscientes acumuladas a lo largo de los años. Pero aquí está la esperanza: criar con conexión no implica perfección. Significa atrevernos a mirar hacia adentro, reconocer nuestras emociones y confiar en que nuestros hijos e hijas tienen una sabiduría innata para crecer y aprender.

Cuando criamos desde el amor auténtico, la empatía y la compasión, algo poderoso sucede: no solo nuestros hijos e hijas florecen, también nosotras sanamos y crecemos. La maternidad no tiene que ser una lucha constante. Puede ser un espacio de amor, conexión y descubrimiento mutuo.

Este es un lugar donde no tienes que cargar con todo sola. Juntas, podemos explorar tus emociones, tus retos y esas creencias que te alejan de la madre que quieres ser. Vamos a encontrar el equilibrio que te permita disfrutar de la maternidad mientras reconectas contigo misma.

Porque criar con conexión es, ante todo, un acto de amor hacia ti.